Plantas adaptógenas

Introducción

El término “adaptógeno” se reserva a plantas medicinales y se lo utiliza para indicar la propiedad de estas para aumentar la capacidad de adaptación del organismo a factores ambientales y evitar los efectos negativos de los mismos.

Los primeros estudios sobre este grupo de plantas se remontan a 1943 con una resolución del gobierno de la antigua Unión Soviética para iniciar estudios sobre Schisandra chinensis con el objetivo de encontrar sustancias naturales que permitieran aumentar la aptitud y el potencial humano durante la segunda guerra mundial.

El farmacólogo ruso Nicolai Lazarev, que buscaba definir el tipo de acción de algunas plantas como el ginseng, creó así, en 1947, el concepto de “adaptógeno” que caracteriza a una sustancia farmacológica capaz de inducir en un organismo un estado de resistencia aumentada no específica que permite contrarrestar las señales de estrés y adaptarse a un esfuerzo excepcional».

En 1968, I. Brekhman, antiguo alumno de N. Lazarev definió tres criterios para caracterizar un adaptógeno:

  • El efecto debe ser general y amplio, tiende a ser no específico en sus propiedades y actúa aumentando la resistencia del organismo a un amplio espectro de factores adversos biológicos, químicos y físicos.
  • Un adaptógeno tiende a ser un regulador que tiene un efecto de normalización sobre los diversos sistemas del organismo receptor, es decir tendrá un efecto restaurador de la función.
  • Un adaptógeno debe ser seguro. No debe ser tóxico para el receptor y actuará con una interrupción mínima o nula de los procesos biológicos normales.

En la medicina tradicional china, el concepto de “adaptógeno” está presente desde hace miles de años bajo el concepto de tónicos superiores”, que regulan las diversas funciones y aumentan la energía, favoreciendo la salud en general, sin tratar por tanto enfermedades específicas.

En la actualidad, el término viene siendo utilizado para describir una serie de sustancias naturales que tienen la capacidad de normalizar las funciones del cuerpo y fortalecer los sistemas comprometidos por el estrés. Es decir son sustancias que ponen en marcha el sistema de defensa y ayudan al organismo a adaptarse a las situaciones de estrés minimizando su impacto.

La acción de una planta adaptógena puede caracterizarse como:

  • Una respuesta no específica: respuesta inducida frente a todos los factores de estrés (biológicos, químicos, físicos).
  • Un efecto general: no es específica de un órgano, una función fisiológica o una patología concreta.
  • Una acción normalizadora: aumento de las capacidades homeostáticas del organismo (p. ej. capacidad de adaptación y capacidad de resistencia del organismo frente a la tensión).
  • Acciones polivalentes: implicación de distintos mecanismos (o varios efectos biológicos inmediatos).

¿Qué plantas poseen acción adaptógena?

Desde que comenzaron las investigaciones numerosas especies vegetales han demostrado, en estudios farmacológicos y clínicos, cumplir con las condiciones de los adaptógenos.

Entre ellas las más estudiadas son: Ginseng (Panax ginseng), Ashwagandha (Withania somnífera), Rhodiola (Rhodiola rosea), Regaliz (Glycyrrhiza glabra), Astragalo (Astragalus propinquus), Maca (Lepidium meyenii), Esquizandra (Schisandra chinensis), entre otras.

Los principales compuestos químicos que contienen y que han mostrado ser responsables de su acción adaptógena pertenecen a los grupos de las: saponinas, glucósidos esteroles, glucósidos del fenilpropanoide, fenilalcanoides y lignanos.

 

¿Cuáles son los beneficios del consumo de estas hierbas?

  • Restaurar y mejorar la energía física y mental.
  • Mejorar la resistencia física y mental.
  • Compensar los efectos de la privación del sueño.
  • Proteger el cerebro y el sistema nervioso, lo que, entre otras cosas, mejora la memoria y la percepción.
  • Aliviar la ansiedad y la depresión leve.
  • Proteger contra ciertos tipos de radicales libres, es decir, actuar como un antioxidante.

Los adaptógenos por definición son sustancias naturales que han demostrado ser seguras y mejorar de forma inespecífica los síntomas del estrés, ayudando al organismo a adaptarse a las circunstancias que pueden ocasionarlo y mejorando la forma y el rendimiento físico e intelectual. A nivel celular y molecular, los adaptógenos activan las vías de respuesta al estrés adaptativo y mejoran significativamente la atención, la capacidad de concentración y la resistencia a la fatiga, restaurando la energía y protegiendo, en general, contra las consecuencias físicas y emocionales del estrés.

Sus aplicaciones son múltiples y existen numerosos estudios que avalan el uso de ciertos productos adaptógenos en prevención y recuperación del estrés en distintas condiciones, tanto a nivel físico como mental y emocional.

 

¿Cómo pueden incorporarse los adaptógenos?

Al igual que el resto de las plantas medicinales los adaptógenos pueden consumirse en forma de tintura madre o en cápsulas que contengan los extractos secos de calidad farmacéutica. Por lo general no son activos que se encuentren en productos comerciales por lo que debe recurrirse a preparados magistrales, en los que incluso pueden combinarse varios de estos activos en una misma formulación.


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